Tres posibles actitudes

Tres posibles actitudes

Se afirma que existen tres actitudes posibles frente a los problemas: 1) Huir de ellos, 2) rebelarnos contra ellos, y 3) hacer algo para resolverlos. Abundan las personas que adoptan la primera actitud, es decir, que prefieren cerrar los ojos y eludir sus males, porque no saben hacerles frente con valor. En este grupo a menudo se encuentran los alcohólicos, los drogadictos, los indolentes, y los que siempre inventan excusas para no cumplir con su deber.

¡Cuán ingeniosa y misteriosa es la mente humana! Hasta llegar al extremo de producir una enfermedad con tal de justificar esta clase de escapismo. Así le ocurría a cierto ejecutivo quien, cada vez que debía enfrentar alguna situación difícil en su trabajo, sufría un ataque de asma. Era un mecanismo inconsciente, que de algún modo salvaba el prestigio del ejecutivo, aunque dejaba el problema sin resolver. Pero junto con estos que "huyen" de los problemas, están los que se "rebelan" contra ellos. Son los que quieren ver la vida siempre de color rosa. Los que no se resignan a aceptar la realidad tal como es. Se rebelan contra sus problemas porque, siempre insatisfechos, en el fondo están rebelados contra sí mismos, contra su suerte y contra Dios. Son espíritus negativos que se quejan de sus males, en lugar de hacer algo para resolverlos.

Y finalmente, están “los que saben actuar”. Ven los problemas que les toca enfrentar en el hogar o en su trabajo, y de inmediato se ponen a buscar la solución, los tales no pierden tiempo en lamentos. Simplemente actúan. Los más sabios no sólo actúan, sino que también piden la ayuda de Dios.

¿No es esta la mejor forma de encarar los problemas cotidianos? Huir de nuestras dificultades es cobardía; rebelarnos contra ellas es insensatez; pero buscar la solución oportuna con la ayuda divina es señal de inteligencia y de fe puestas en acción. ¿No le parece?